Todos hablamos de trauma e incluso lo hacemos parte de nuestro lenguaje cotidiano “estoy traumado” lo decimos con siento grado de ligereza, pero ¿Qué significa realmente tener un trauma?
Trauma significa herida, al igual que un impacto físico hay eventos o situaciones de nuestra vida e historia que nos producen daños emocionales.
El trauma excede nuestra ventana de tolerancia, es decir sobrepasa el nivel óptimo para sentirnos en equilibrio y nos sentimos incapaces de poder restablecerlo.
Profundizando en el concepto de Trauma
Según Pierre Janet (1919) quien es experto en el tema, “el trauma es el resultado de la exposición a un acontecimiento estresante que de manera inevitable sobrepasa los mecanismos de afrontamiento de una persona.”
Es la combinación de factores externos del suceso y las características subjetivas del individuo. Con factores externos me refiero a datos del evento, si fue un accidente, un desastre natural, la pérdida de un ser querido, una agresión dirigida hacía nosotros o a alguien cercano, situaciones de injusticia, entre otros.
Mientras que las características subjetivas del individuo pueden ser elementos como la etapa de desarrollo en la que se encuentra, necesidades específicas de la misma, edad, características de personalidad.
El trauma es vivido como una situación repentina, intensa, incontrolable que supone una amenaza o daño. Van Der Har en 2008, otro experto en el área nos dice que “los sucesos no son traumáticos en sí mismos, lo que es traumático es el efecto que el evento ejerce sobre un individuo determinado.” Es decir; las consecuencias que esa situación nos deja como resultado de haberla vivido y lo que se ha significado para nosotros.
¡No todo es trauma!
Existen algunos mitos sobre el trauma que aún hoy en día prevalecen, algunos ejemplos son:
- “Si ya no duele cuando hablamos de eso” no es.
- El trauma es algo extremadamente malo que causa vergüenza y culpa.
- Quien tiene un trauma “no lo ha superado porque es débil”
- Solo algunos eventos específicos lo causan. Otros no son suficientemente fuertes o grandes.
- “Con el tiempo las heridas se curan” “no te debe afectar algo que pasó hace años.
- Si no podemos ponerlo en palabras concretas o no lo recordamos con claridad, entonces no es trauma.
- Trauma es centrarse en lo negativo y dejar de ser positivos.
Sabemos que es mucho más allá de blanco y negro y que estos mitos le quedan muy cortos a la teoría sobre trauma y el proceso psicológico que implica. Experimentar trauma es como una especie de rompecabezas, cada pieza puede estar representando un elemento del recuerdo.
Las piezas puedes ser sonidos, sensaciones, imágenes, y es como si cada una de esas piezas de manera aislada, no nos hiciera mucho sentido, cada pieza puede aparecer de manera imprevista en nuestra mente, teniendo una sensación parecida a vivirlo de nuevo en nuestro presente, a esto lo llamamos reexperimentación del trauma.
¿Cómo es el Tratamiento?
El proceso de terapia se enfoca en poder recolocar y organizar las piezas a manera de una búsqueda de las piezas y elementos de ese rompecabezas que permitan tener una imagen más clara y coherente de lo que pasó, es decir no se trata de olvidar el trauma, ignorarlo o enfocarte en lo positivo para no pensar en ello.
Sino de recolocarlo, organizar esas piezas y ponerlo en un sitio o un lugar que no nos dañe de manera constante.
Como ahora sabemos, depende más de lo que ha significado para la persona vivir esa situación, como lo ha procesado desde el lugar en donde estaba tanto física como emocionalmente así como el nivel de amenaza que representó en ese momento.
Por lo que podemos dividir el trauma en dos tipos:
- Trauma con T, equivalente al Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) que encontramos en el DSM 5: EL cual se refiere a experiencias que implican daño físico o peligro de daño físico, catástrofes, accidentes, agresiones, abuso físico, diagnóstico de enfermedad propia o ajena.
2. Trauma con t: eventos derivados de la falta de cuidado, desatención, desamparo, inversión de roles, negligencia, maltrato psicológico, humillaciones, insultos, divorcios, pérdida de trabajo.
“El trauma es una herida profunda que ha estado ahí durante un largo tiempo y que aparece de formas raras, es el recuerdo de un lugar al que no queremos volver pero que a veces parece que no hemos logrado dejar. “
La buena noticia es que podemos trabajar en sanar el trauma, tal como lo hacemos con una herida, le vemos, le atendemos, le curamos y no esperamos que desaparezca mágicamente, ya que por el contrario esa herida podría causarnos otros malestares, sino que le damos la atención que requiere para que poco a poco sane y deje de incomodarnos de la misma manera, quizá quede una especie de marca o cicatriz, pero ya no queda el riesgo de seguir expuesta.
Aquí podemos apoyarte.
Patricia Aguilar es especialista en psicoterapia humanista integradora con enfoque en Trauma y Apego. Si deseas conocer más sobre ti y tu salud mental, no dudes en ponerte en contacto con ella para más orientación.
Bibliografía
Bárez, N. (2022). Psicoterapia Integradora trauma y Apego. Madrid: Psicointegradora ediciones.